El Retorno de Albert
El 9 de mayo se anunció la recuperación de uno de los cuerpos perdidos del sistema solar. Tal vez el nombre "Albert" no significa mucho para la mayoría de las personas pero, para los astrónomos, es un nombre que siempre ha sido un poco doloroso ya que representaba el nombre de un asteroide perdido. Y no simplemente estaba perdido, no se había visto desde hace casi 89 años y parecía que no iba a volver a localizarse nunca. Albert fue el único asteroide numerado que estaba todavía oficialmente perdido.
¿Cómo se pierde un asteroide? Supuestamente un asteroide no recibe su número oficial hasta que su órbita esté totalmente fija y segura y el rumbo del asteroide conocido. Aunque algunos asteroides como el famoso Hermes se pierden, son asteroides que no llegan a tener un número definitivo; el 28 de octubre de 1937 este asteroide se acercó a la Tierra hasta solo 800.000km - dos veces la distancia de la luna. Sin embargo, como solo se observó durante un intervalo de 4 días, su órbita no es más que una aproximación y el asteroide se ha perdido totalmente. Hay muchos casos similares.
Hace unos años fue necesario observar a un asteroide en al menos dos oposiciones para que pudiera recibir un número oficial y juntarse a la lista de asteroides "controlados". Más recientemente con el aumento en la cantidad de asteroides descubiertos el criterio que se aplica ha pasado a ser en la mayoría de los casos primero tres y, más recientemente, cuatro, cinco o seis oposiciones. Con seis oposiciones, por mal observado qué esté el asteroide, difícilmente se puede perder. Los únicos asteroides que pueden recibir un número tras solo dos oposiciones son los asteroides que se acercan mucho a la Tierra.
En cambio, antiguamente las reglas fueron mucho más liberales. En muchos casos un asteroide fue numerado sobre la base de observaciones durante unas pocas semanas. No fue hasta 1952 que las reglas para numerar un asteroide exigían un mínimo de dos oposiciones. En los años '70 y '80 se incrementó a tres oposiciones y, en 1991, Brian Marsden decidió que el criterio de solo 3 oposiciones solo se aplicaría para los objetos mejor observados y que, para la mayoría de los asteroides, se necesitaría cuatro o más oposiciones.
Cuando Johan Palisa descubrió un asteroide el 4 de octubre de 1911 (el 1911 MT) poco imaginaba que el nuevo cuerpo se convertiría en una causa celebre del sistema solar. Curiosamente, Palisa no fue la primera persona en ver al asteroide - se había observado desde Heidelberg el 16 de septiembre. El 5 de octubre el asteroide se observó desde Copenhague y el día 11 desde Greenwich. Heidelberg volvió a detectar el asteroide el 17 de octubre y, la noche siguiente había una observación de mala calidad desde Johannesburg. Ahí se acabaron las observaciones. Once posiciones del asteroide en un mes, la mayoría cubriendo un arco de solo 14 días. Y son 11 posiciones aunque el cuerpo solo se observó en 5 noches gracias a que una placa fotográfica da dos posiciones correspondientes al comienzo y el final del trazo del asteroide en la placa. Lo que quiere decir todo eso es que la cobertura de la órbita del asteroide fue pésima.
Estas observaciones fueron suficientes para demostrar que el nuevo asteroide, llamado Albert en honor de Albert Freiherr von Rothschild, un benefactor del observatorio de Viena, y numerado 719, era un objeto excepcional. Fue solo el segundo asteroide después de 433 Eros que podría acercarse a la Tierra y, de hecho, se descubrió durante una aproximación a la Tierra. Hasta el nombre masculino "Albert" reconoció la naturaleza inusual de su órbita ya que solo los asteroides troyanos y otros asteroides inusuales como Eros pudieron recibir en aquel entonces un nombre masculino. Se calculó que su distancia del perihelio era de 1.190UA, el período de 4.42 años, y la excentricidad un asombroso 0.540 - más como un cometa que cualquier asteroide conocido.
Sin embargo, esta órbita era de pobre calidad y el asteroide muy pequeño. Se estima que su diámetro es de solo 3km, por tanto solo pudo observarse cuando estaba cerca de la Tierra. En septiembre de 1911 el asteroide había alcanzado una magnitud de 13.7 pero, en octubre, ya se estaba debilitando deprisa a la medida de que se alejaba de la Tierra. De hecho, dio la casualidad que se descubrió durante la máxima aproximación que el asteroide ha tenido a la Tierra en todo el siglo 20 (a solo 0.205UA ó 30.7 millones de kilómetros).
En 1913 se calculó que el asteroide volvería a ser visible y uno de los mayores telescopios del mundo se utilizó para intentar captarlo. El reflector de 36 pulgadas (91-cm) de Monte Hamilton (por aquel entonces el segundo mayor telescopio del Observatorio Lick) hizo una búsqueda infructuosa descrita por el famoso cosmólogo Heber Doust Curtis (1913, Lick Obs. Bull., 8, 47). Por desgracia los astrónomos de Lick no localizaron al asteroide y sus posibilidades de recuperarse se reducían prácticamente a cero. Ahora sabemos que tenían dos problemas. Primero, la posición del asteroide que utilizaron tuvo un error de dos grados y la búsqueda no cubrió la posición de Albert en aquel momento. No obstante, aunque la posición hubiese sido buena, el asteroide era muy débil en el momento de la búsqueda y aunque las exposiciones llegaron a ser de hasta 160 minutos, no tenían posibilidades de registrar el asteroide.
Con el paso de los años el asteroide se alejó mucho de la órbita calculada. Otro intento de recuperarlo en 1915 calculando una órbita más precisa tuvo un error ya muy grande en la posición del asteroide, de hecho tan grande que su recuperación iba a ser totalmente imposible. La desgracia es que Albert estaba mucho más cerca de la Tierra en 1915 que en 1913 y, por consiguiente, mucho más brillante y fácil de detectar, pero sabemos que el asteroide estaba adelantado en su órbita 47 días comparado con la posición calculada.
Pasaron varias décadas y los astrónomos volvían a intentar recuperar el asteroide ya que varios otros asteroide "perdidos" pudieron recuperarse. 719 Albert, sin embargo, con una órbita tan pobre e inusual, se resistía. En 1989 dos astrónomos daneses, Leif Karl Kristensen y Richard West volvían a estudiar el caso de Albert. No lo sabían, pero su cálculo de la órbita y de la posición del asteroide eran mucho más precisos que cualquier intento anterior y, al final, su análisis fue crítica en la recuperación final de Albert, aunque ese último paso iba a tardar 11 años más en realizarse.
El 1 de mayo de 2000 Jeff Larsen detectó un nuevo asteroide de magnitud 21.6. Este nuevo objeto estaba exactamente en el borde entre las constelaciones de Leo y Virgo. Se detectó con el telescopio Spacewatch de 90-cm del Observatorio de Kitt Peak. Puesto que el desplazamiento del asteroide en el cielo era inusual el equipo Spacewatch decidió volver a observarlo el 2 y el 6 de mayo. Después se observó el 9 de mayo con el telescopio de 2.1-m del Observatorio de Kitt Peak (un telescopio a escasa distancia del Telescopio Spacewatch). En solo cuatro noches de observación se conseguían 15 posiciones precisas entre los dos telescopios.
El nuevo asteroide, definitivamente sospechoso de ser un NEO (asteroide cercano a la Tierra) recibió la designación 2000 JW8.
Ahora hacia falta un toque de genialidad de Gareth Williams del Minor Planet Center. Gareth sospechó que el nuevo asteroide podría ser el perdido 719 Albert. ¿Cómo? Pues resulta que no fue ninguna casualidad. Recibe y procesa todas las observaciones que llegan al Minor Planet Center (MPC). Cuando Gareth llegó al MPC a trabajar en 1990 los 20 asteroides perdidos de finales de los años '70 se habían reducido a solo dos: 719 Albert y 878 Mildred. Ambos parecieron ser casos muy complicados de resolver. Gareth decidió que quería recuperarlos. Mildred tardó poco más de un año en caer en sus garras, pero Albert fue un hueso más duro de roer. Entonces, durante años, cada vez que calculó una nueva órbita de un asteroide a partir de las observaciones recibidas, lo miró a ver si podría ser tal vez Albert.
Al calcular la órbita del 2000 JW8 se dio cuenta que la inclinación de la órbita se parecía mucho a la inclinación del perdido Albert. Por si acaso se puso a ver si, casualmente, las pocas observaciones de 1911 y las observaciones de 2000 pudiesen ser de un solo objeto. Los grandes problemas en eso eran que las observaciones de 1911 cubrían un arco mucho mayor de la órbita y, por tanto, lo definían mejor, pero tenían muy poca calidad. En cambio, las observaciones de 2000 tenían mucha precisión, pero cubrieron un arco muy corto de la órbita. Peor, en 1956, Albert había pasado moderadamente cerca de Júpiter y su órbita sufrió unas perturbaciones importantes. Tras una hora de trabajo, procesando y eliminando observaciones, Gareth descubrió que, si se eliminaba la medida realizada en Johannesburg, las restantes observaciones parecían ajustarse bastante bien. Él llevó las observaciones al despacho de Brian Marsden, muy cerca del suyo y le comentó que creía haber localizado a Albert. Brian estaba de acuerdo y se publicó la noticia.
Posteriormente, se descubrió que existía una confirmación aún mejor que los cálculos de Gareth Williams habían acertado de forma brillante. En agosto de 1988 Albert estaba relativamente cerca de la Tierra en la constelación de Serpens Caput y observado en una imagen realizada con la cámara Schmidt del Observatorio de Siding Spring (Australia). Al conocer la órbita exacta de Albert fue un trabajo fácil localizar la imagen y confirmar las conclusiones de Gareth Williams.
La órbita de Albert |
Calculada en 1911 |
Calculada en 1989 |
Órbita actual de Williams |
Órbita real en 1911 según Williams |
q |
1.190UA |
1.190UA |
1.191053 |
1.189954UA |
a |
2.633UA |
2.645UA |
2.636667 |
2.638322UA |
P |
4.42 años |
4.39 años |
4.281 años |
4.285 años |
e |
0.540 |
0.550 |
0.548273 |
0.548973 |
i |
10° .82 |
11° .0 |
11° .3095 |
10° .9429 |
Nótase que el período es mucho más corto que el valor calculado originalmente. Fue ese error en el período que imposibilitó las observaciones en 1915 ya que el asteroide se adelantaba en su órbita nada menos que 51 días por cada vuelta al sol, equivalente a casi 12 días por año. Por consiguiente, en muy poco tiempo se alejaba mucho en el cielo de la posición prevista por las efemérides disponibles.
Sin embargo, hay una casualidad curiosa. Siete vueltas al sol de Albert tardan casi exactamente 30 años y, por eso, cada 30 años Albert y la Tierra vuelven a encontrarse. Por suerte, ya que había una aproximación en 1911, 3x30=90 años más tarde (o, sea, en 2001) Albert volverá a aproximarse mucho, aunque no tanto como en 1911 y en 1941. Esas aproximaciones siempre tienen lugar en el mes de septiembre.
|
1911 |
1941 |
1971 |
2001 |
Distancia (UA) |
0.205 |
0.206 |
0.316 |
0.286 |
Distancia (km) |
30.7 millones |
30.9 millones |
47.3 millones |
42.8 millones |
Magnitud |
13.7 |
13.7 |
15.5 |
15.2 |
Ahora, con observaciones en tres oposiciones a lo largo de 89 años la posición de Albert está totalmente controlada y, en 2001, se puede prever que se observará muy intensamente durante su encuentro con la Tierra. Como dice Brian Marsden en la nota de prensa del MPC que explica el trasfondo y significado del descubrimiento (y sobre la cual se basa una parte de este texto):
"Ya se puede decir con total seguridad que conocemos la posición actual de cada uno de los 14 788 asteroides que componen la secuencia numerada empezando con el descubrimiento de (1) Ceres en 1801".
Ó
Mark Kidger, 13 mayo 2000
Regresar a la página de asteroides.
Regresar a la página de artículos de divulgación.