Los Reyes Magos

¿Quiénes eran esas personas misteriosas que desempeñan un papel tan importante en la historia de la Natividad?

La verdad es que no sabemos absolutamente nada acerca de ellos. Ni Mateo, ni Santiago mencionan cuantos habían, tampoco sus nombres, ni su procedencia. Los famosos personajes: Melchior, Gaspar y Baltazar son incarnaciones recientes de los Reyes Magos. Solo en el siglo sexto aparecían como reyes por primera vez. No existe ni la más mínima prueba objetiva de cuantos eran. Las distintas ramas de las iglesias judeocristianas tienen unas tradiciones bien distintas. Si para las iglesias protestantes y católicas los Reyes eran tres (porque ofrecían tres regalos al niño Jesús), la tradición ortodoxa mantiene que eran no tres, sino doce (de ahí los doce días de Navidad). En algunas representaciones tempranas que datan de los primeros siglos D. de C. vemos dos reyes magos y en otras cuatro, por tanto, ¡solo sabemos que el número de Reyes Magos fue superior a uno!

De hecho, los Reyes Magos solo se convertían en reyes en el siglo 5 ó 6 y la práctica de tratarles de reyes solo se popularizó en el siglo 10. Sabemos que el trato que recibían del rey Hérodes no era de unos visitantes reales sino tal vez de embajadores. Es decir, es seguro que no se trataron de "Reyes de Oriente" sino, como mucho, de los enviados de unos reyes. Del mismo modo, el hecho que uno de los Reyes Magos de la tradición hispana es de raza negra y los otros dos de raza blanca parece ser un puro invento moderno y no compartido por la mayoría de las otras versiones no hispánicas de la Natividad, salvo en el hecho que en algunas versiones de la iglesia temprana existía la creyencia que los tres reyes procedían de las tres razas de la humanidad: europeo, asiático, y africano.

De hecho, según el país y su tradición y la traducción exacta del texto bíblico que se adopte, los reyes podrían ser Reyes Magos, o Sabios (como dicen muchas traducciones inglesas), o Reyes, o incluso astrólogos (en algunas traducciones modernas de la Biblia).

Mientras que Santiago dice explícitamente que los Reyes vieron la Estrella "en el Oriente" y, por tanto, se supone que procedían de un país del oriente, Mateo no incluye el artículo. Solo dice "en Oriente", lo cual puede significar perfectamente tanto que la Estrella, como los mismos Reyes se encontraban en el este. Muchas versiones de la Natividad suponen que la Estrella apareció en el este y que los Reyes procedían del este y así olvidan que, según la versión convencional, que la Estrellas guiaba a los Reyes, yéndose delante de ellos. Seguir una estrella que se encontraba en el este, desde un punto del oriente, habría llevado a los Reyes Magos a la India y no a Jerusalén.

Mezclado con todo eso es la sospecha, expresada en los últimos años, que la traducción aceptada "en oriente" es incorrecta. Para ser acertada, el texto griego original que sirve de base para todas las traducciones a cualquier idioma, tiene que haber dicho que la Estrella se vio "en toi antoloi" (en plural) y no "en te antolé" (singular). "En te antolé" tiene otro significado distinto: la aparición de una estrella por primera vez en la luz del alba.