C/2005 A1 (LINEAR)

23 de septiembre de 2005

 

 

Ese cometa llegó al perihelio el 10 de abril de 2005 a r=0.907UA del sol. Es un objeto dinámicamente nuevo con una excentricidad de e=1.0005. El 2 de julio Sensi Pastor y José Antonio Reyes en MPC J76 se dieron cuenta de la posible presencia de un fragmento visible en sus imágenes. Un estudio de las imágenes de archivo ha revelado la presencia del fragmento en imágenes del 18 de junio aunque la cobertura del cometa ha sido pobre a causa de su visibilidad matutino poco antes del amanecer. La rotura del cometa fue anunciado el 5 de julio en el IAUC 8559 y en el MPEC2005-N21.

 

Según los cálculos de Zdenek Sekanina (IAUC 8562) la fragmentación tuvo lugar el 23 de abril, 13 días después del perihelio, pasando inadvertido durante dos meses y medio. Aunque se han realizado distintos comentarios de que se produjo un estallido importante en la curva de luz curva de luz de Seichii Yoshida, la cual cubra bien e ininterrumpidamente la curva de luz desde enero no muestran ninguna actividad inusual (http://www.aerith.net/comet/catalog/2005A1/2005A1.html). El máximo en la curva de luz se produjo en marzo cuando el cometa estaba en m1»8. No se nota ninguna actividad inusual en la curva de luz en torno a la fecha calculada de la fragmentación.

 

 

La curva de luz del núcleo principal del C/2005 A1 (LINEAR) confeccionada a partir de la fotometría CCD multiapertura de: MPC 213, MPC 232, MPC 442, MPC 445, MPC 939, MPC 945, MPC A01, MPC A79, MPC I77, MPC J76, MPC J78, MPC J97, MPC J98 y José García Moreno; y las estimaciones de la magnitud total visual de Carlos Labordena y Juan José González.

 

La curva de luz no cubra el intervalo marcado por la fecha de la fragmentación, pero se nota que el cometa sólo se ha debilitado lentamente en los tres meses desde mediados de junio. Las observaciones han mostrado que el fragmento segundario (el núcleo “b”) ha sido de larga duración indicando que se trata de un fragmento grande. Pese a que a menudo tales fragmentos son de poca duración el fragmento “b” sólo se ha debilitado ligeramente más lentamente que el núcleo “a”.

 

 

La curva de luz de los núcleos “a” y “b” del cometa C/2005 A1 (LINEAR). Aunque el núcleo “b” se ha debilitado más rápidamente que el “a” el fragmento “b” ha sido de larga duración. Hay algunos puntos discrepantes en la fotometría del “b” a causa de la dificultades de medir encima del fondo de la cola del fragmento “a”.

 

El núcleo “a” se ha debilitado a un ritmo de 0.0143 mag/día, mientras que “b” se ha debilitado a un ritmo casi exactamente el doble de 0.0238 mag/día. Sin embargo, en ese tiempo aunque la distancia geocéntrica apenas se ha cambiado, la distancia heliocéntrica se ha incrementado desde r=1.57 a r=2.70UA. O sea, pese a experimentar un cambio grande en la distancia heliocéntrica la magnitud de los fragmentos se ha debilitado poco.

 

Podemos ver eso en los efectos de Afrho – la columna equivalente de polvo en la coma. Pese a cubrir un rango de distancia heliocéntrica desde r=1.49UA a r=2.70UA los valores de Afrho para el núcleo “a” se engloban dentro de un rango muy pequeño desde 270-cm al actual de 140-cm. Hay evidencias de un posible incremento más rápido antes del perihelio pero el rango de fecha y de distancia heliocéntrica cubierta por los datos es demasiado corta para saberlo con seguridad. De todas formas, los datos pre-perihelio caen en el mismo rango de valores de Afrho.

 

 

La variación de la columna equivalente de polvo – Afrho – en la coma del C/2005 A1 (LINEAR). Se puede apreciar que el núcleo “a” ha tenido mayor actividad que la “b” pero ambos han mantenido la actividad con sólo cambios lentos durante casi todo el período de observación.

 

Eso demuestra que la actividad de ambos núcleos ha sido persistente y que ha mostrado poco declive en los más de 5 meses trascurridos desde la fragmentación. Podemos ver eso aun más claramente en la variación de la tasa estimada de emisión de polvo y de agua con la distancia heliocéntrica.

 

Obtenemos una estimación de la tasa de producción de agua del núcleo a partir de las estimaciones de la magnitud total visual del cometa. Sólo hay 11 estimaciones de Juan José González y de Carlos Labordena, pero cubran un rango de distancia heliocéntrica desde r=1.67UA a r=2.47UA, todos posteriores al perihelio.

 

El ajuste que se obtiene a la curva de luz es de:

 

m1 = 8.1 + 5 log Delta + 8.4 log r

 

O sea, el declive en la curva de luz tras el perihelio es relativamente lento (r-3.5) y típico de un cometa que no es muy gaseoso, aunque la magnitud absoluta es relativamente débil.

 

 

 

La curva de luz visual del cometa C/2005 A1 (LINEAR) junto con el mejor ajuste a los datos.

 

La variación de la tasa de emisión de agua (estimada a partir de las estimaciones de la magnitud total visual) y de polvo (estimado a partir de la fotometría CCD) para los dos fragmentos del C/2005 A1 (LINEAR).

 

Vemos varios efectos interesantes en la evolución del cometa. Aunque la actividad intrínseca del núcleo es baja (la tasa de emisión de agua extrapolada a 1UA del sol es de tan solo 1900kg/s) la actividad ha sido persistente y la emisión de agua decae como r-2.0, ese es uno de los valores más bajos que hemos registrado en los cometas. Lo que es interesante es que la emisión de polvo del fragmento “b” sigue casi exactamente ese patrón, mientras que el núcleo “a” tiene un declive aun más lento decayendo como r-0.7. Lo que resulta muy interesante es que pese a que el cometa ya se encuentra a r>2.7UA no hay ninguna evidencia de un “apagón” de la actividad del núcleo del cometa.

 

Vemos que el cometa es relativamente polvoriento con una emisión de agua del núcleo 12 veces la tasa de emisión de polvo a r=2.0 UA del sol y 17 veces la emisión de polvo a r=1.65UA.

 

 

Conclusiones

 

El cometa C/2005 A1 (LINEAR) ha mostrado una actividad duradera tras el perihelio con un declive muy lento en la producción de polvo. La actividad del fragmento “b” se ha mantenido desde la fragmentación indicando que ese es un fragmento relativamente grande y estable. Sería interesante seguir la actividad de los dos núcleos durante todo el tiempo posible para detectar el momento cuando la actividad del núcleo empieza a apagarse.